REVISIONISMO
"QUIEN ES DUEÑO DEL PRESENTE, ES DUEÑO DEL
PASADO, Y
DOMINANDO EL PASADO, DOMINARA EL FUTURO"
Sin vacilación
de ningún género podemos asegurar que son poquísimas las personas que, hoy por
hoy, son capaces de percibir con claridad la importancia del mensaje que
encierra esta en sí misma breve y sencilla cita atribuida a George Orwell.
Son estas unas
palabras casi proféticas, que revelan su trascendental significación cuando las
situamos en el contexto de las relaciones de Poder entre los seres humanos y de
las artimañas de que éstos se sirven para imponer su voluntad sobre la de sus
semejantes.
Desde épocas
pretéritas quienes han pretendido perpetuar su poder, manifestado este en
multitud de formas: políticas, ideológicas, culturales, económicas, etc..,
sobre una comunidad humana, han recurrido con profusión a la Historia para
justificar y legitimar este Poder. Obvia decir que si la Historia no se
ajustaba a las necesidades de ese orden establecido, él mismo ,amparado en su
posición dominante 'reconduce' los acontecimientos históricos hasta hacerlos
cuadrar con sus intereses.
Como bien
vemos la falsificación de la Historia no es precisamente nada nuevo, aunque
nunca había alcanzado las dimensiones de las que actualmente se ciernen sobre
el pasado reciente de Europa.
No cabe duda
de que la actual configuración geográfica, política, económica y social de
Europa, y por extensión del mundo entero, es resultante de la reorganización y
redistribución ordenada en todos los ámbitos tras la II Guerra Mundial.
Es evidente que las ideologías
imperantes y los sistemas políticos de que estas se han dotado para trasladar
al plano de las realidades sociales sus postulados ideológicos, deben su
preponderancia y su razón de ser al hecho de formar parte del bando vencedor de
esa grandiosa conflagración bélica que fue la II Guerra Mundial.
Conflagración
que excedió con mucho los límites de lo estrictamente militar, para convertirse
en una decisiva confrontación de cosmovisiones, de formas opuestas de entender
la existencia humana en su totalidad. De una lado las circunstancial y atípica
alianza democapitalista con el más puro y duro comunismo marxista, del otro los
emergentes nacionalismos revolucionarios europeos, llamados 'fascismos'.
Finalizada en
el terreno militar esta contienda, los triunfadores de la misma no perdieron un
instante a la hora de acometer la ardua empresa que tenían ante sí: rehacer los
acontecimientos históricos que provocaron esa guerra y su mismo desarrollo.
Todo esto para dar a luz una nueva Historia absolutamente irreal y
tregiversada, pero perfectamente adecuada para cumplir la función por la cual
había sido concebida y diseñada, que no era/es otra que hacer de esa flamante
Historia Oficial el principal argumento en base al cual legitimar las aspiraciones
políticas de quienes habían obtenido la victoria militar, justificar los
métodos empleados para ello y referendar la imposición por doquier ,y sin
posibilidad de discusión, de sus particulares concepciones ideológicas.
Ya en la más
inmediata postguerra, incluso antes de cesar las hostilidades, y sobretodo
cuando ya era evidente el desenlace de éstas, la maquinaria propagandística de
los aliados desató unas formidables campañas con el propósito de criminalizar
hasta el paroxismo, al bando derrotado, presentando a los regímenes y ejércitos
vencidos como la mayor fauna sádico-homicida que jamás viera la Historia de la
humanidad, acusándola de los crímenes más abominables que fueron capaces de
imaginar.
Hacer aparecer
a un enemigo destruido completamente ,salvajemente perseguido e impedido de
defensa moral, como una fuente de atroces malignidades no es cosa en exceso
complicada (ya ha sido muchas veces repetido en la Historia). Y más si no
olvidamos la falta absoluta de escrúpulos morales de parte de los 'hacedores'
de la 'Historia' oficial y la complicidad interesada de otras muchas personas
,grupos o naciones involucrados.
Se llegó
incluso a hacer recaer sobre las ideologías y regímenes aplastados en la II
Guerra Mundial la responsabilidad de la comisión de brutalidades y atrocidades
perpetrados sin tapujo alguno por los aliados (por ejemplo la matanza de Katyn
a manos de los soviéticos). Tampoco era la primera vez que se recurría a estas
artes en situaciones análogas, basta recordar las acusaciones que vertieron los
ingleses en la I Guerra Mundial sobre supuestos crímenes de guerra cometidos
por los alemanes (los alemanes se comían a los niños franceses, entre otras
cosas). Acusaciones estas que obligaron al gobierno inglés a pedir públicas
disculpas al pueblo alemán al acabar la Guerra.
El principal
objetivo de criminalizar al contendiente vencido ante la opinión pública
mundial, eliminando así cualquier posibilidad de resurgimiento del 'fascismo',
fue alcanzado rápidamente. Se trataba entonces de dar a esta ingente amalgama
de exageraciones, mistificaciones ,distorsiones y falsedades históricas una
mínima coherencia general, una forma definitiva y de apariencia creíble cara al
futuro. Era preciso 'historiar' convenientemente todos estos sucesos y fijarlos
irreversiblemente en la memoria histórica de la Humanidad, para transmitirlos a
las generaciones venideras.
De ahí que los
diferentes poderes establecidos en el mundo con posterioridad a la II Guerra
Mundial no hayan reparado en esfuerzos a la hora de defender ,con frenesí casi
enfermizo, su versión de la 'Verdad'. Una 'Verdad' que han pretendido hacer
pasar por Historia y a la que han convertido en Mito, sacralizandola con la
finalidad de mantenerla alejada de incómodas y peligrosas controversias, a salvo
de miradas indiscretas.
De esa
Historia Oficial Sagrada no se puede, ¡No se Debe!, dudar, menos aun disentir
publicamente, so pena de ser estigmatizado y encarcelado.
El periodo
histórico que comprende los decenios anteriores al desencadenamiento de la IIGM
y los años por los que esta se prolonga, han quedado reducidos a una burda y
simplificada película de muy buenos y muy malos, al más puro estilo
Holiwwoodiano. Es un film que se intenta vender como Historia, donde unos
angelicales paladines del bien, genéricamente los Aliados &Cia, deben
enfrentarse a unos super-villanos (naturalmente los fascismos europeos). Como
en todo guión que se proponga cautivar el interés del espectador hasta el
último minuto, la película se desarrolla en tres fases claramente
diferenciadas: En la primera los malos arrollan a los buenos gracias a sus
malas artes y modos, parece que van a salirse con la suya. En una segunda fase
los buenos reaccionan y retoman la iniciativa que debe conducirles a una segura
victoria sobre el Mal. Al final, el 'climax', los buenos culminan su cruzada
venciendo por completo a los malvados y poniendo de manifiesto su villanía.
Por simple
,pobre y absurda que parezca, porque lo es, esta es a grandes rasgos la trama
argumental de que se sirven los apologetas del Poder vigente para redactar la
'Historia' de una época tan trascendental y compleja. Y lo más dramático es que
esta mascarada histórica es creida a pies juntillas por la inmensa mayoría de
la gente (aunque era de esperar por quienes conocen la psicología de las
multitudes).
Pero ocurre que las mentiras por muy machacona
y reiteradamente que se repitan, no acaban por ello convirtiendose en Verdad.
Aunque se persevere en mantener ,a toda costa, un engaño y ocultar la realidad,
ésta acaba siempre revelandose, sobretodo merced a la acción de quienes no
están dispuestos a comulgar con ruedas de molino y prefieren ejercitarse en la
sana costumbre de pensar por sí mismos y extraer de los datos directamente sus
conclusiones.
Es innegable que desde el preciso instante en
que se empieza a repasar ,con un mínimo de espíritu crítico, las versiones
presentadas como ciertas por los 'buenos', van surgiendo multitud de
preocupantes y sospechosas lagunas en su argumentación, omisiones y descaradas
manipulaciones de sucesos y pruebas documentales que no merecen crédito alguno,
ocultación de pruebas de descargo, falta de investigaciones sobre los hechos,
etc... en síntesis una interminable sucesión de interrogantes que en absoluto
son satisfactoriamente resueltos por los maestros de ceremonias de esta ritual
Historia Oficial, a pesar de los ímprobos esfuerzos que a este menester
dedican, y que no hacen sino poner en evidencia la veracidad de estas versiones
oficiales, comunmente tenidas por las únicas posibles.
¿Se ajusta a la realidad cuanto se ha dicho de
los movimientos políticos más o menos nacional revolucionarios que aparecieron
en el periodo de entreguerras? ¿Y de los regímenes políticos que de entre estos
alcanzaron el poder en sus naciones?, ¿cuales fueron las circunstancias reales
que condujeron al estallido de la IIGM?, ¿En el transcurso de este conflicto
bélico se perpetraron 'crímenes contra la humanidad' solo por parte de uno de
los bandos de forma sistemática?, ¿elaboraron y llevaron a término los alemanes
planes de liquidación, muerte, sistemática y selectiva contra determinadas
comunidades raciales?, ¿existieron realmente cámaras de gas que se utilizaban
para asesinar a millones de seres humanos?... y en caso de ser falsa toda esa
macabra historia de las cámaras de gas masivas y de su utilización con fines
genocidas? ¿Como es posible sostener durante décadas una monumental y
manifiesta invención como la del exterminio de 6 millones de judíos en manos de
los nazis?. ¿Por que y en beneficio de quien se ha tregiversado , hasta hacerla
irreconocible, la verdadera historia de esa época?. Los bombardeos masivos de
civiles en Dresde, Hamburgo, Nagasaki o Hiroshima, las matanzas de Katyn o de
alemanes en el Volga o en Siberia ¿No son crímenes bárbaros fríamente
calculados y ejecutados por los aliados?, ¿se ha perseguido a los culpables o
ni siquiera criticado oficalmente a los culpables de esas masacres?, el juicio
de Nuremberg, tomado como ley máxima y referencia sagrada, ¿fue un juicio o una
fantochada teatral para enmascarar un despiadado ajuste de cuentas con el
enemigo vencido, especialmente cuando en sus fundamentos legales incluye no
necesitar pruebas sobre los hechos?.. ¿donde están pues las pruebas del
Holocausto judío?...
Dar respuesta
veraces y objetivas a estas preguntas, y a otras muchísimas que serían
interminable enunciar, es la pretensión esencial de la corriente intelectual
que se ha dado en llamar Revisionismo Histórico. Definiremos como revisionistas
a todos aquellos estudiosos ,investigadores de la Historia, historiadores,
catedráticos universitarios, etc que desde la postguerra mundial empezaron a
intuir primero ,y a denunciar despues, la falta de rigor histórico, la nula
objetividad en la interpretación de los hechos recientemente acontecidos, en
que incurrían deliberadamente quienes los estaban historiando. Sus iniciales
dudas ,convertidas más tarde en certidumbres, les indujeron a poner el tela de
juicio la veracidad de la 'Historia Oficial' impuesta por la propaganda de los
vencedores.
Estos hombres honestos, fieles a su ética
profesional y personal, no pueden guardar silencio ante tamaña situación de
falsificación histórica. Son muchos los investigadores e historiadores que
disienten de la Historia Oficial, pero contadísimos los que, aun hoy, se
atreven a clamar oficialmente contra ella. El temor a las consecuencias
negativas que les conllevará esta actitud es un factor que condiciona
decisivamente a la mayoría.
La única motivación del revisionismo es
restablecer la Verdad Histórica, sin matices ideológicos. Solo quienes para
sustentar sus opciones políticas necesitan valerse de embustes, temen que
aflore la verdad.
Llegados a este punto es preciso sacar a
relucir, aunque muy someramente por cuestión de espacio, una vertiente aún poco
conocida de este nauseabundo escamoteo organizado de la realidad histórica que
responde al nombre de Historia Oficial y que nos conduce directamente a la
constatación de la íntima interdependencia que existe entre los planes de
falsificación consciente de los acontecimientos históricos contemporáneos y los
análogos esfuerzos que se llevan a cabo con el propósito de incidir
subjetivamente sobre la Historia de otras épocas anteriores.
Si bien es incuestionable que los índices más
elevados de falsificación histórica se concentran alrededor de cuanto hace
referencia al periodo que comprende básicamente el segundo cuarto de nuestro
siglo, no debemos olvidar que no se reduce a estos años la acción
tergiversadora de quienes tienen en sus manos los elementos y la posibilidad de
recrear la Historia a su gusto.. con mucha frecuencia retroceden estos eruditos
de la mentira en el curso de la Historia para alterar y retocar cuantas
circunstancias (sean del tipo que sean, tanto pertenezcan al ámbito real:
situaciones, hechos, desarrollo de los mismos... o al inmaterial: pensamiento,
religiones, etc) no se avengan a sus particulares deseos y conveniencias.
La escandalosa
impunidad con que se dedican a sus actividades los falsificadores de la
Historia les ha permitido extender sus actividades a toas las épocas. Los
efectos de este mangoneo del pasado suelen pasar completamente desapercibidos
por el gran público. Sin embargo son de una importancia no despreciable pues
hay que tener en cuenta que son incontables las ocasiones en que la fijación
definitiva de fraudes históricos posteriores ha debido ser precedida de una
metódica reconstrucción del pasado no tan reciente a fin de hacerlo cuadrar con
el guión que sirve de hilo conductor a la 'Nueva Historia'.
El caso más
claro ha sido la reconstrucción sistemática de la historia realizada por el
marxismo para adaptarla a su utopía, 'demostrando' que toda la Historia es una
lucha de clases y que sigue las predicciones de Marx y Engels en el tema de
relaciones de clase y producción.
La investigación
revisionista ,como es natural, también abarca la búsqueda de la verdad
Histórica referida a épocas menos contemporáneas. A fin de cuentas la
falsificación de la Historia es un fenómeno global que infecta la práctica
totalidad de la Historia humana y cuyas consecuencias no reducen su radio de acción al presente, sino
que condicionan el futuro de la Humanidad. Así pues el combate contra esa
mentira entronizada por el poder no puede limitarse específicamente a un
determinado intervalo de esa Historia.
Digámoslo en
un tono casi jocoso: sobre cualquier evento histórico que denote síntomas de
haber contraido la enfermedad deformativa inculcada por el insecto de la
Historia Oficial, se despliega la acción curativa del revisionismo, cuyo único
objetivo es la Verdad, sin color político.
Por supuesto el revisionismo es tarea que
compete exclusivamente a cualificados especialistas en la materia, nunca a
propagandistas subjetivos, sean estos del signo que sean, ni a aficionados.
No hace falta decir que sería ridículamente
maniqueo un revisionismo al servicio de un determinado proyecto político o
ideológico.
Naturalmente los revisionistas hallan siempre
terreno abonado para sus investigaciones, pues la historiografía oficial sobre
el supuesto holocausto judío y demás barbaridades achacadas a los fascismos
hacen aguas por doquier. Poco a poco va resquebrajándose el monolítico templo
erigido y consagrado por los vencedores de la II GM para rendir culto a sus
Mitos.
Las versiones aportadas por los cronistas oficiales
del 'horror fascista' son tan inconsistentes que no resisten el más leve
análisis científico y exento de prejuicios. Día a día el manto de la santidad
con que se cubrían los 'salvadores de la humanidad' va rasgándose y dejando
entreveer las vergüenzas que oculta, la pestilente podredumbre moral que se
esconde bajo él.
Por eso el
revisionismo histórico va demoliendo ,lenta pero inexorablemente, uno a uno,
los pilares sobre los que se asienta el colosal artificio de mentiras. Como es
lógico no debe extrañarnos que los poderes que actualmente gobiernan en el
mundo moderno, descendientes directos de los que se alzaron con el triunfo de
la IIGM, y usufructuarios de los beneficios que reporta la explotación de esos
fraudulentos montajes históricos, no permanezcan indiferentes ante la tenaz
labor de unos hombres, los revisionistas, que con su obstinación y firme
voluntad de llegar al fondo de las cuestiones, y establecer la Verdad
histórica, están socavando los cimientos sobre los que se fundamenta su Poder,
y cuya consistencia 'moral' depende del mantenimiento a ultranza, religioso, de
la verdad Oficial.
No es difícil
imaginar el sombrío panorama al que deben hacer frente diariamente los
revisionistas. Prohibiciones, multas, condenas a prisión solo por hablar,
calumnias personales, expulsión de sus trabajos, agresiones, asesinatos!!... en
una palabra: represión en todo momento y de todas las formas posibles.
Imposible nombrar todas las artimañas legales,
o ilegales, que se han utilizado para dificultar o impedir el trabajo de los
revisionistas. Se les niega sistemáticamente el acceso a los medios de
comunicación y la posibilidad de expresarse en público. Se les acosa
personalmente, a ellos y sus colaboradores o editores, llevandolos
frecuentemente a los tribunales solo por haber escrito algo (se ha llegado
incluso a promulgar Leyes especificamente destinadas a condenarles) y con viles
ataques físicos y/o morales. Se les niegan las autorizaciones para consultar
archivos oficiales, se les destituye de los cargos públicos que ocupaban y se
les expulsa de los lugares donde trabajaban. A los revisionistas solo se les
menciona para denigrarlos con bajezas inauditas, siempre en ausencia del
derecho de réplica.
Solo en
contadísimas ocasiones se han podido llevar a cabo debates públicos, confrontar
datos, pruebas y opiniones. Cuando se han materializado estos encuentros los
resultados cosechados por los emisarios oficiales han sido siempre nefastos y
vergonzantes.
Los Nacional
revolucionarios europeos debemos luchar por la restitución de nuestra dignidad,
contra las intoxicaciones históricas que han sido inculcadas en nuestros
pueblos, y que predisponen negativamente a la mayoría de los europeos frente a
nuestras ideologías, por el enorme peso que falso estigma criminal que gravita
sobre ellas.
Por ello todo
el soporte que seamos capaces de prestar a los revisionistas será de suma
importancia. Nosotros los militantes de VNR somos combatientes políticos, no
intelectuales y menos aun historiadores. El hacer revisionismo es pues algo que
está por encima de nuestra meta.
Quienes
deseamos que aflore la Verdad estamos obligados a aceptar la parte de
compromiso y responsabilidad que en ese empeño nos corresponde, pero sin caer
nunca en la tentación de convertirnos nosotros en revisionistas de tres al
cuarto.
De poca utilidad seriamos para el que hacer
revisionista si nos entrometieramos ,por cuenta propia, en su labor. Pero sin
embargo es notable el aporte que los NR podemos hacer a la causa revisionista
sin cometer ese fallo.
A la vista de la vorágine represiva con la que
se trata de silenciar y estrangular al revisionismo, el principal aspecto sobre
el que debemos concentrar nuestros esfuerzos es el que concierne a la imperiosa
necesidad de quebrar este cerco asfixiante.
Tres son las facetas en las que nuestra acción
de soporte al revisionismo ha de desplegarse a efecto de conseguir el mayor
grado de efectividad:
Primera y fundamental cuestión es la que atañe
a nuestra personal formación revisionista: escuchar, leer, analizar los
trabajos de estos investigadores para informarnos y formarnos una opinión firme
y coherente en esta materia. Solo de esta forma estaremos en disposición de
polemizar y desarmar con razones y pruebas a los muchos convencidos, de buena
fe, por la propaganda de los horrores 'fascistas'.
En segundo término urge que pongamos en marcha
iniciativas cuyo objetivo sea la divulgación en nuestro entorno social de las
ideas y los trabajos revisionistas, haciéndonos eco de sus descubrimientos y
progresos, posibilitando el que sus tesis lleguen a todas aquellas personas con
capacidad suficiente para asimilarlas.
Por último, como tercera alternativa de
colaboración con el revisionismo histórico, cabe señalar la decidica voluntad
que debemos mostrar en todo momento de ayudar a los revisionistas (editoriales,
personas, distribuidores, etc)
En resumen la consigna en que los NR nos
empleemos a fondo en pro del combate revisionista dentro de estas tres facetas.
Los militantes de Vanguardia NR no vacilaremos en ello.
En España el
Revisionismo histórico está dignisimamente representando por el Centro de
Estudios Históricos Revisionistas Español (CEHRE), que agrupa al colectivo de
autores e investigadores de este talante. Editan la revista REVISION, de
magnífica presentación e interesantísimo contenido. Igualmente pueden
informarte de cualquier aspecto relacionado con este tema.
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