lunes, 30 de enero de 2017

30 DE ENERO,EL DÍA DEL IMPERIO ARIO por Garcia de Toletum


Muchos camaradas  pasan desapercibidos a llegar este día e inclusive lo desconocen por completo, siendo el mismo el aniversario de la toma de posesión de poder en Alemania del Fuhrer, el día  30 de enero del año 1933. Hace un tiempo atrás se tenia la idea y la sensibilidad de crear un calendario de los días fastos e importantes dentro de la cosmovisión Nacionalsocialista. Cosa que ya se ha dejado de hacer bien sea por falta de intención o por desconocimiento de causa. Como así mismo tampoco  no veo lógico haciendo gala de los eventos y homenajes no propios de los NS, como muestra de botón los consabidos 20-N y olvidando por completo el significado del día 9 de noviembre, día de los mártires y caídos Nacionalsocialistas. .
No quiero dejar de pasar la oportunidad desde mi humilde tribuna dedicar unas palabras a tan señalado y a la misma vez olvidado día. No por ello se esta haciendo énfasis de suscitar nostalgia alguna, pero si de reivindicar y hacer constar la esencia del verdadero triunfo de la voluntad  de la lucha Nacionalsocialista, de hacer de ello el ejemplo que ha de inspirar nuestras acciones dentro del contexto del combate NS actual.

30 de enero del año 1933, día donde nuestro Fuhrer Adolf Hitler, asume el poder de Alemania, fue el inicio de la reconquista y posterior creación del imperio de Europa, unido,racial y Nacionalsocialista, que lo conformarían todos los pueblos europeos conscientes de su voluntad histórica, su identidad racial y étnica y de su destino en común.

El 30 de enero de 1933 , supuso el despertar de un pueblo europeo,mientras otros tantos permanecieron en su fatal letargo de los valores caducos y antinaturales democráticos. Otros tantos en ebullición del caos y la brutalidad emergida del marxismo y otros ahogados, asfixiados  en crisis y por soluciones decrepitas de la mas oscurantista reacción. 
Y fue en la antigua Germania donde se portaba la espada y la llama de la luz, del nuevo amanecer del despertar de la madre patria común de los arios, Europa. Que años mas tarde se vería canalizado en la vocación  y grandeza en plena contienda, del ideal imperial racial encarnado en valerosos guerreros, voluntarios todo ellos de toda Europa y mas allá de sus fronteras, bajo las enseñas de identidad  y del imperio ario de los diversos pueblos que conforman esa voluntad de combate contra las fuerzas sionistas.
 Ellos los portadores del legado ancestral guerrero y heroico, artístico y cultural, de raíces milenarias y modeladas por el genio racial ario, combatieron con decisión, con valor, con tenacidad y unidos en única voluntad y destino, haciendo patente con ello el sacro juramento de que nuestro honor se llama fidelidad. Fidelidad a la raza,  al ideal y fe Nacionalsocialista, al imperio y patria  de los arios consagrada como Europa.

El 30 de enero de aquel entonces la victoria lograda fue el fruto de una lucha sembrada de sacrificio, entrega en el deber, de lealtad, de constancia y regada con la sangre de los caídos. Pero a pesar de los rigores de esta batalla, de esta gesta, que fueron superados por la total determinación de la voluntad de vencer de un movimiento y cosmovisión del mundo en particular , como de una nación en general.

De aquí es donde debemos sacar la savia del ejemplo de los que nos precedieron en el difícil y honroso camino del deber. Ellos fueron hombres y mujeres de su tiempo, de actuar en sintonia con la gran misión de hacer despertar y liberar a toda una nación, a todo un pueblo,  a todo un mundo. Su impronta esta escrita con esa tinta preciosa e indeleble, que es eterna y fruto de porvenir, la sangre de los que cayeron sobre las paginas del sacrificio.
En los tiempos de hoy, nosotros somos los directos depositarios y herederos de una lucha y una tradición , el combate por la supervivencia de nuestra tierra y nuestra estirpe. Por que la guerra no finalizo en 1945, sino que sigue en pie en toda su extensión, en diversos modos y variadas formas. Por que el imperio ario de Europa no se mendiga, sino que se conquista mediante la constante lucha y acción. 

Hoy nos toca a nosotros el turno de ser hombres y mujeres de nuestro tiempo, con la esencia del ejemplo del legado recibido para guiarnos en los designios de nuestro destino. Por que recordad camaradas, allí donde estáis tener por voluntad propia que no hay mas razón que la razón del combate por la supervivencia y libertad de nuestra sangre y suelo, por que la vida es milicia, es lucha constante y decidida. por que la sangre y la memoria de nuestros ancestros y caídos no merecen el olvido, ni la esterilidad ni la traición, solamente por amor y devoción por nuestra patria y nuestra raza, por nuestra fe Nacionalsocialista, combatir hasta vencer o morir.

                                García de Toletum

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