martes, 18 de octubre de 2016

LOS PROCESOS DE LA LUCHA NACIONALSOCIALISTA



Todo proceso de lucha contra un poder constituido pasa por tres etapas: 
1. Acumulación de fuerza 
2. Acciones de hostigamiento y lucha por conquista de posiciones.
 3. Asalto a la estructura de poder. 
En nuestra situación actual nos interesa analizar la etapa de acumulación de fuerzas. La gran pregunta es: ¿somos capaces de unirnos y crecer internamente? Eso es lo primero que tenemos que demostrar. Recién después de haberlo logrado, podremos plantearnos avanzar hacia otra etapa. 
Acumular fuerzas significa juntar recursos. Estos son materiales y humanos. Unos son tan importantes como otros, pero por razón de orden, corresponde comenzar por los recursos humanos, o sea, unirnos con otras personas que compartan nuestras ideas.
 En esta etapa, por una razón de seguridad, jamás se debe integrar a elementos que creemos haber convencido, sino aglutinarse aquellos que han llegado al nacionalsocialismo por sí mismos y tienen cierta trayectoria anterior. 
Si bien necesitamos recursos humanos, lo importante en esta primera etapa es la calidad y no la cantidad. Por ello los esfuerzos deben dirigirse a lograr una unión que se extienda en el tiempo con otros camaradas, fortalecer los lazos, reunirse periódicamente y a su vez que cada uno de ellos trate de invitar a otra persona con sus mismas características.
 Es importante que el militante que esté decidido a actuar de forma revolucionaria tome conciencia de que debe actuar en base a objetivos y no separarse de ellos. Así, si se encuentra con dos o tres camaradas formando un grupo de acción, tiene que dedicarse a fortalecer en recursos ese grupo, no por ejemplo, a convencer a otras personas, o a hacer pega de carteles en su barrio, pintada de svástikas o lanzamiento de volantes.
 Además la discreción es de primera importancia. Muchas veces por ansiedad de crecer, nos ponemos a conversar con personas que no son NS y les hablamos de nuestras actividades. Error. Grave y muy peligroso error. Generalmente no sabemos con quién estamos hablando. En esta etapa el factor seguridad va a ser fundamental. 

La infiltración de los servicios de seguridad del Estado, de organizaciones políticas o de organizaciones de colectividades en nuestros grupos debe ser algo a lo cual se tiene que tener como un peligro siempre latente. En esta etapa, en que somos muy pocos, dos, tres, cuatro, no invitemos personas de las cuales no sepamos que tienen militancia (aunque sea en redes sociales, pero comprobables) anterior. 
Tenemos que aprender a movernos en el secreto y la discreción. No buscamos votos. No buscamos afiliados. Buscamos tener fuerza, para que cuando golpeemos, nuestro golpe sea efectivo. El secreto es una virtud de la militancia revolucionaria. Nadie debe saber de nuestra actividad. Ni familiares, ni padres, madres, hermanos, parejas o hijos. Mucho menos amigos. 

Una vez que somos tres o cuatro camaradas dispuestos a actuar en conjunto para el logro de determinados objetivos, podemos decir que tenemos nuestro grupo formado. Ahora tiene que funcionar. ¿Qué hacer? Lo que hace todo organismo que está creciendo: alimentarse. Hay que poner como único objetivo el lograr recursos materiales. Luego que somos un pequeño grupo que por su número puede ser operativo, los objetivos mediatos son conseguir recursos: dinero, vehículos, lugares de reunión, equipos informáticos, teléfonosmoviles, medios de defensa, equipos  de vigilancia, etc. 

El dinero es fundamental. Todo miembro del grupo debe comprometer un porcentaje acordado de sus ingresos para el grupo. En eso no puede haber excepciones. Aún quien no trabaja, debe aportar un monto mínimo de dinero. Cómo lo logra es su problema. El aporte en dinero es la primera señal de estar comprometido con la causa que se dice defender. Implica renunciar a darse determinados gustos, privarse de salidas o de compras. Quien no está dispuesto a dejar de ir a cenar para volcar ese dinero al grupo, mucho menos va a estar dispuesto a sacrificar su integridad física, su libertad o su vida. Por tanto, quien no aporta, debe estar afuera. El aporte de bienes es otro tema importante. 
Todos los medios son válidos para proporcionar recursos materiales al grupo. Usar la casa de playa de los padres como lugar de reunión clandestino o piso franco, alquilar una pequeña oficina, conseguir material de desecho, reciclar viejas computadoras, etc., etc., etc. En esta primera etapa no conviene siquiera preguntarse para que se quiere determinado bien. Si puede ser útil para algo, entonces tomarlo. Desde artículos defensivos hasta botiquines de primeros auxilios. Una bicicleta o un vehiculo viejo. Todo puede servir en un futuro. Lógico que dentro de criterios de razonabilidad.

Otra actividad que debe realizarse en esta etapa, es la creación de un negocio que permita una fuente de ingresos periódica al grupo. Puede ser desde una cantina que atiendan entre varios, una oficina de trámites, una inmobiliaria, una imprenta, un puesto de venta de revistas, un pequeño emprendimiento de cualquier tipo. Si puede permitir alguna sinergia en el futuro con las actividades del grupo, pues mejor. 
Pero lo importante es que el grupo tenga una fuente de recursos legítimos, más allá de los aportes personales y de las cosas materiales que se puedan conseguir. Si en el primer año en que nos hemos reunidos entre tres y diez camaradas de probada fe nacionalsocialista hemos logrado trabajar con regularidad, repartirnos responsabilidades, actuar en forma conjunta, aportar mensualmente un porcentaje de ingresos, aportar bienes materiales y crear un emprendimiento comercial que permita un flujo aunque sea pequeño de capital para el grupo, podemos decir que estamos trabajando en forma correcta. 
Debe quedar claro que en esta etapa no hemos hecho absolutamente nada para atacar al sistema. Vuelvo al ejemplo de los animales. 

¿Cuándo termina esta etapa de acumulación de fuerzas? Difícil decirlo. Cada caso es diferente. Hay situaciones donde en muy poco tiempo se tienen fuerzas para iniciar las actividades. Hay otras en que deben pasar años. Cada organización se dará cuenta en el momento oportuno cuando es lo suficientemente fuerte. Pero en estos temas, los errores se pagan con cárcel o de formas peores. Y no porque nos propongamos hacer acciones ilegales, sino porque en medio planeta nuestra ideología está sencillamente prohibida. 
Nos encuentran tres libros y una bandera y nos meten presos con titulares de prensa incluidos. Una aclaracion  aqui estamos hablando del camino para crear un movimiento revolucionario de verdad, no retórico. Pueden existir muchas personas que lean esto y lo encuentren lento, aburrido o demasiado esquemático. Puede ser que esas personas prefieran hacer otra cosa, como reunirse a cantar canciones alemanes, a hacer saludos, mirar películas, invitar a cualquier anti comunista que conozcan y hablar de lo malo que son los judíos, los progresistas y el resto del mundo. 
Tratar de convencer hasta a la abuela de que no murieron 6 millones de nada, etc. Son actividades sociales, de divulgación, etc. Están en todo su derecho y son bienvenidas. También pueden decidir que es mejor salir a romperle la cabeza a un inmigrante, o a cualquier persona que no sea de su agrado. Pues para estos últimos no escribimos. La acción sin razón es locura. Pero si realmente se quiere crear un movimiento que haga mella al sistema, que brinde cierta seguridad a sus miembros y que tenga probabilidades a largo plazo de éxito, el camino va por nuestra senda. 

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