jueves, 23 de febrero de 2017

HORST WESSEL, VIDA Y MUERTE HEROICA.



Era por la noche y yo estaba disfrutando del placer de la lectura con un buen libro. Estaba relajado y el teléfono sonó, lo cogí con inquietud, la llamada era peor de lo que esperaba, HORST WESSEL había sido tiroteado.

Con miedo, yo pregunté, ¿muerto? No, pero no hay muchas esperanzas. Yo sentí como si un muro se me cayera encima. Era increíble, no podía ser. Pocos días después, me encontraba dentro de una pequeña habitación en el sótano de un hospital, estaba impactado por lo que estaba viendo. Un impacto de bala en la cabeza había producido un daño terrible a ese heroico muchacho, su cara estaba destrozada. A duras penas podía reconocerle, pero él estaba feliz, estaba sereno y le brillaban los ojos. A pesar de esto no podíamos hablar durante mucho tiempo, el doctor le ordenó que estuviera en calma. El solo me repetía estas palabras: YO SOY FELIZ, el no necesitaba decir esto.

Su juventud y su brillante sonrisa se sobreponían a la sangre y a las heridas. Yo me senté en su cama, era Domingo por la tarde, mientras que un flujo de visitantes iba llegando hasta la noche. Uno podía tener esperanza, la fiebre estaba bajando, y las heridas cicatrizaban. Él se incorporó un poco y habló, ¿sobre qué? A cerca de nosotros, a cerca del movimiento, a cerca de sus camaradas. Ellos se mantuvieron firmes en su puerta todo el día, uno tras otro llegaban y levantaban el brazo para saludar al joven líder, en ese momento. Yo no podía considerarlo de otra manera. Le miré las manos, que eran ahora pequeñas y blancas. Su nariz resaltaba en su cara, y sus ojos mantenían el brillo, pero la fiebre volvía, el no comía, su salud gradualmente declinaba, aunque su espíritu se mantenía fresco. No le permitían leer, solo le dejaban hablar, era difícil obedecer las advertencias de la enfermera.

Cada vez que salía de la habitación , no sabía si lo iba a ver de nuevo, ¿quién lo sabía? La solitaria madre se sentaba fuera, destrozada, su cara reflejaba una pregunta.¿ conseguirá su hijo salir de esta situación? ¿qué podía decir uno salvo sí?. Yo intentaba convencerme a mí mismo y a los demás. Su estado empeoraba, pero el Jueves, estaba un poco mejor, él quería hablar conmigo, el doctor me dió un minuto. Que duro es estar en una habitación donde la muerte está presente. El no conocía como de seria era su situación, pero sentía que quizá esta no fuera la última oportunidad de no rendirse. La enfermera le ayudó muchísimo, y eso le reconfortaba.

Yo le decía, no pierdas la esperanza, la fiebre va y viene, el movimiento también ha sufrido en los dos últimos años, pero ahora es fuerte y compacto. Esto le consolaba. Vuelve , sus ojos, sus manos, sus secos labios, decían, yo salí con el corazón encogido. Yo temía que fuera la última vez que le viera. El Sábado por la mañana, todo era irremediable, el doctor no permitía visitas largas, tenía alucinaciones, no reconocía ni a su propia madre.

Eran las 6:30 de la madrugada del Domingo, él murió después de una dura lucha. Estuve sobre su cama dos horas más tarde, no podía imaginarme que aquel era HORST WESSEL, su cara estaba amarillenta, las heridas todavía cubiertas con los vendajes, la barba sin afeitar, sus ojos medio cerrados y vidriosos miraban fijamente a la eternidad. Su cuerpo yacía en medio de flores, tulipanes rojos y violetas.

HORST WESSEL había muerto. Sus restos mortales mostraban lucha y conflicto. Casi podía sentir, a su espíritu elevarse, vivir con nosotros. Él lo creía, él lo sabia. Él marchaba en espíritu en nuestros corazones.


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Cuando se menciona el nombre de Horst Wessel, posiblemente estamos hablando de una de las figuras más importantes del movimiento nacionalsocialista, no en si por el mismo personaje, sino porque sirvió de mártir y herramienta de propaganda para el principiante movimiento Ns y sobre todo porque dejo escrito un poema, que se convertiría en el himno oficial del partido.

Horst Wessel, fue jefe de una sección de las SA (Sturmabteilungen) en Berlín y fue asesinado a los 23 años. En 1.926 ingreso en las SA y se convirtió en poco tiempo en Sturmführer (jefe de sección) de un barrio céntrico de Berlín. En 1.927 escribió un poema en el que reflejaba el espíritu de lucha que por aquel entonces tenía lugar en Berlín. El 29 de septiembre de 1.929, el periódico de Goebbels, "Der Angriff", publicó la poesía del joven Wessel, titulada "Die Fahne Hoch" (Bandera en alto), que más tarde se le añadió música y llegaría a convertirse en una de las canciones más importantes de la Alemania de Hitler. La canción fue declarada himno oficial del partido y de las SA, llegando a su apoteosis en julio de 1.933 cuando las bandas de música del propio Reichswehr (Parlamento Alemán) fueron autorizadas para tocarlo en un desfile.


Horst Ludwig Wessel nació el 9 de septiembre de 1.907 en Bielefeld, una ciudad en el corazón del "Teutoburguer Wald" (Bosque Teutónico), en la región de Westfalia. Sus padres eran un pastor protestante y su madre una ama de casa. Más tarde en 1.913 su familia se trasladó a Berlín, donde su padre empezó a desempeñar su ocupación como pastor en la parroquia protestante de San Nicolás.
Entretanto, estalló la I Guerra Mundial y el padre, como capellán de campo, sirvió al lado del Mariscal Hindenburg, de quien se haría amigo personal. Durante este tiempo, ya se empieza a ver al joven Horst a la cabeza de sus camaradas en la escuela y en la calle, donde asistía a la amenazante Revolución Bolchevique de Berlín en 1919 de Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht.

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Nada más llegar a Berlín, Wessel empezó a frecuentar un gimnasio que existía cerca de su casa. Aquí fue donde entró en contacto con los movimientos juveniles de la República de Weimar. Pero no fue hasta 1.922 cuando ingresa en los grupos patrióticos alemanes, exactamente en la Orden de Bismarck, Ortsgruppe 21 "Kronprinzessin". Al poco de entrar conoció a Wilhem Kube que mas tarde fundaría el partido del pueblo alemán.

A principios de 1.924 se encuentra en la liga del Capitán Hermann Ehrhardts Wiking , encuadrado como escolta para los mítines de la organización. Participó en el Putsch de Kapp, dentro de la brigada de marina de Ehrhardt ,Hakendreuz am Stahlhelm (cruz gamada y casco de acero). Debido al carácter de milicia de esta asociación, el primer ministro Matthias Erzberger prohibió la banda. Esto hizo que Wessel en julio de 1.924 entrará en contacto con los Wiking de Ehrhardst, la cual era una banda de carácter nacional, cuyo único fin era la defensa de Alemania.
El 12 de febrero de 1.925, Horst Wessel rompe definitivamente con la orden de Bismarck y se enrola con los Wiking. Este hecho hizo que no se matriculara ese semestre en la carrera de derecho. Un mes mas tarde, la banda fue prohibida en Prusia, porque al Capitán Ehrhardst se le relacionó con un conato de Putsch que estuvo a punto de degenerar en una guerra civil.
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Wessel se había convertido en un activista juvenil de cierta fama entre los ambientes nacionalistas y aprovechando una vieja amistad se pone en contacto con el incipiente partido nacional socialista, a través de Heinz Hauenstein que pertenecía al Freikorpführer y pionero en el norte de Alemania del NSDAP, estos se encontraban opuestos al Gauleiter Schmiedicke y al Comandante de las SA Daluege, por lo que Wessel se encuentra en un ambiente de mucha lucha política. Por estos tiempos los anarquistas de Berlín se encontraban muy activos. Esto precipitó la entrada de Horst en el Sturmabteilung nº 1de las SA de Berlín.

El 1 de noviembre de 1.926 accedió al cargo de Gaulatier, Joseph Goebbels, emprendiendo la reorganización de todo el partido en Berlín. Wessel no estaba seguro de la capacidad de su nuevo Gauleiters, por lo que en un principio se aparto de él. En diciembre de ese mismo año y tras dos intentos fue recibido por Goebbels en calidad de miembro del partido.
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Orador y combatiente, a veces volvía a casa en estado lamentable, para gran horror de su madre, que entretanto se había quedado viuda. Esto obligó a Horst a alejarse del "Berlín Rojo", donde ya por aquellos tiempos, empezaba a tener muchos enemigos políticos. En el semestre de invierno de 1.927 /1.928 marchó a Viena para continuar sus estudios en esta ciudad. Allí aprovechó para estructurar las secciones de la Bundes Deutscher Arbeiterjugend, que más tarde se convertiría en la HJ (Hitlerjugend) austriaca.

De vuelta de Viena, Horst Wessel, aparece por la sede de la SA en la Alexanderplatz, encuadrándose en el Strum 1, estandarte 4. A partir de este momento tiene un extraordinario fervor político, que se refleja en su campaña propagandística, recorriendo buena parte de Alemania, dando a conocer las ideas del nacionalismo. Asiste a todos los Congresos del Partido y se le ve tanto en Munich, como en Nuremberg o Braunschweig, donde desfila a la cabeza de su Sección.. El propio Goebbels dará nota sobre la ejemplarizante campaña del joven Wessel. Incluso en un informe remitido a Hitler en abril de 1.929, sobre el desarrollo y movimientos del partido en Berlín, se hizo una mención a las actividades llevadas a cabo por Wessel.
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No se puede poner en duda que la figura de Wessel y la de Goebbels, son las más importantes en el desarrollo del NSDAP en la capital alemana.
Desde el 1 de mayo de 1.929 obtiene el cargo de jefe de tropa en el berlines barrio de Friedrichschain, y pasa al Sturm 5, que lo desarrollaría completamente y el cual se convertiría en uno de los más activos de todo Berlín.

Un día que se dirigía a la Universidad, cerca de la Alexander Platz, conoce a una chica llamada Erna Jaenicke. Se enamoran y deciden vivir juntos en contra de la voluntad de la madre de Horst, que como represalia hacia su hijo decide no pagarle más sus estudios en la universidad. En vista de esto, Horst abandona su casa y se traslada a la Großen Frankfurter Straße nº 62 . A partir de este momento realiza todo tipo de trabajos, entre otros, obrero de la construcción y taxista, para poder vivir y pagar su casa, ocupándose además de las actividades de la SA y del partido.
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Con ocasión de una excursión a las montañas, su joven hermano Werner Wessel, muere accidentalmente durante una tempestad de nieve. Horst vuelve a Berlín moralmente destrozado. Tras el enterramiento de su hermano en el panteón familiar y marcado duramente por esta nueva prueba, cae enfermo y debe permanecer en cama durante un tiempo. Sus camaradas del Sturm 5,Bruno, Richard y Albert van a visitarle asiduamente para levantarle la moral.
La portera de su inmueble, Frau Salm, viuda de un comunista, queriendo desembarazarse de este personaje que le caía mal, organiza un embrollo con el pretexto de un alquiler impagado y convoca a un grupo de comunistas de Berlín, del "Frente Rojo de Combate", para intimidarle. Horst, desde este momento vive en un estado de ansiedad, se siente amenazado por los comunista, aunque no toma ninguna medida para protegerse

El 14 de enero de 1.930, un grupo dirigido por Albert Höher, conocido como Ali y Else Cohn hizo acto de presencia en el estudio de Horst Wessel, en el que vivía con su compañera Erna Järnicke. Esta abrió sin dudar la puerta. Horst se encontraba sentado y escucho que alguien preguntaba por él, a continuación se acercaron a él y sin mediar palabras recibió varios disparos de revolver, alojándose uno de ellos en la mandíbula. Rápidamente intervienen sus camaradas, que han sido alertados por Erna y le llevan al Hospital de la Friedrichshain. Siendo ingresado a las 11:30 horas.

Siguiendo el relato de la enfermera Helena Richter y del Doctor Braum, Director del hospital, sabemos que se presentó con una gran hemorragia en la boca y con una fiebre altísima, debido a la cantidad de sangre que había perdido. Horst no podía hablar, debido a que tenia la lengua hinchada, pero cuando estuvo consciente se comunicaba escribiendo en un trozo de papel. El 17 de enero, la hinchazón remitió y Horst pudo empezar a hablar. Wessel, raramente se quejaba del dolor, solía hablar de sus ideales y recordaba continuamente todos los detalles de su atentado. A pesar de su estado, creía que pronto seria dado de alta y continuamente recordaba que tenia que ir a Munich para algún asunto relacionado con el partido. El mismo Dr. Goebbels viene a verle varias veces, con el que Horst ahora mantiene una muy buena relación, así como el Príncipe August Wilhelm de Prusia, miembro de la SA.

A partir del 11 de febrero tuvo un empeoramiento general y comenzó de nuevo la fiebre, aunque el día 13 se le pudo extraer todos los fragmentos de la bala que aún tenia incrustados en el maxilar, por lo que le dio esperanza a los médicos de una posible recuperación. Pero a partir del miércoles 20, Horst empezó a tener convulsiones, los doctores creían que había un envenenamiento de la sangre. A pesar de todos los esfuerzos el sábado 22, su estado era preocupante, se le tuvo que poner oxigeno y la fiebre hizo que empezara a delirar. Al mediodía vinieron dos camaradas suyos a verle, en un momento en que dejo de delirar levanto el brazo y los saludo. Todo el día estuvo su madre, su hermana y el Stumführer Friedler al lado suyo. Durante todo un mes, Horst luchó entre la vida y la muerte, para fallecer finalmente de septicemia el domingo 23 de febrero de 1.930 a las 6'30 de la mañana.

Hasta el 26 de febrero mantuvo la esquela el Angriff (el periódico de Goebbels) y el 1 de marzo se publico que sería enterrado en el antiguo cementerio de St. Nikolai y St. Marien Gemeinde, que se encontraba al sudeste de Berlín.

El proceso que tuvo lugar contra los asesinos bajo el régimen de la República de Weimar, rebajo considerablemente las penas a los asesinos. El proceso se reabrió a la llegada del NSDAP al poder. Albert Höher y Else Cohn fueron juzgados de nuevo y sentenciados a muerte, siendo ejecutados
El asesinato de este militante del NSDAP, fue considerado por sus camaradas como una horrible y macabra provocación por parte de los marxistas. Enseguida se decide a nivel nacional del Partido, organizar unos funerales grandiosos en respuesta a este crimen, aunque esta imagen de fuerza no causará el efecto deseado, de hacer cesar todos los asesinatos, pero servirá de ocasión para demostrar la capacidad de disciplina del NSDAP y de excusa para una gran manifestación .

Lo que perseguía el partido comunista era la prohibición de todo el movimiento nazi. Para ello no cesan en sus provocaciones. En esa misma línea de incitar a una reacción violenta, con ocasión de los funerales por Horst Wessel, los comunistas organizan verdaderos grupos armados que deben atacar al cortejo fúnebre. Además. éste último se veía obligado a pasar por los alrededores de la "Karl Liebcknet Haus" (Sede del Partido Comunista berlines), para dirigirse hacia la Prenzlauer Alee nº1, que era donde se encontraba el viejo cementerio de principios del siglo XIX "Alter Friedhof der St. Nikolai und Marien Gemeinde".

El reportero del periódico del NSDAP ("Volkischer Beobachter") encargado de cubrir la noticia, nos describe así la manifestación:

"En los alrededores de la Friedrichshain, en dirección a la colina Prenzlauer, se pueden percibir a los contrarios, que se aglutinan a medida que bajan del tranvía. La calle Konigstor está llena de gente y, a pesar de su disimulo se puede reconocer a los miembros de la SA, llegando por su parte también en tranvía. En la entrada del cementerio una veintena de SA limpian la pared de desagradables pintadas, antes de que pase el cortejo fúnebre. La policía republicana toma esto como pretexto para detenerles.

A medida que los SA van entrando en el cementerio, se despojan de abrigos y chaquetas para quedarse en camisa parda, a pesar del glacial viento de Febrero. En seguida se forman en columnas de protección a ambos lados de donde deberá pasar el cortejo. El cementerio va llenándose mientras se aproxima la columna fúnebre con más de 10.000 personas.

Este es el momento esperado por los miembros del partido comunista, creando la confusión necesaria para conseguir más víctimas. En un momento dado las cuadrillas rojas se abalanzaron sobre la carroza funeraria tirada por caballos para apoderarse del féretro, llegando a sacudir todo el carruaje. Ante semejante profanación, la policía por una vez, interviene sin miramientos, haciendo retroceder a los atacantes. Los SA, por su parte, permanecen firmes, a pesar de la lluvia de objetos que caen sobre ellos, demostrando una disciplina ejemplar y enorme voluntad.

En este último viaje de Horst Wessel se agrupan los trabajadores vestidos cada uno según su ocupación: los panaderos con sus gorros y ropas blancas, los cerveceros con sus correspondientes atuendos azules, los empleados de tranvías, de ferrocarriles y correos, etc. También se ven numerosos uniformes de la HJ, SA y SS, así como miembros del "Stahlhelm", sin olvidar mujeres del "Deutsche Frauen Orden" y del NSF.

La tumba se encuentra no lejos del muro trasero del cementerio, rodeado por los inmuebles de la cercana calle. Algunos centenares de comunistas se habían reunido allí y proferían gritos salvajes, todo esto acompañado de un diluvio de piedras que tiraban por encima del muro.
Desde la tercera planta del inmueble contiguo se oyó una risa histérica, efectivamente, alguien pudo reconocer la cara de aquella horrible vieja de aspecto judío.

A la salida del cementerio, los SA que habían permanecido impasibles ante las provocaciones judeo-comunistas, pudieron al fin limpiar la calle de canallas y de turba internacionalista, que llena habitualmente los viejos fondos de la capital".

El periodista del "Volkischer Beobachter" continúa:
"Nuestro grupo, dirigiéndose de la Prenzlauer Alee en dirección a Alexander Platz, esquina con la Konigsstrasse, vio aproximadamente a un centenar de comunistas maltratando a cinco hombres de la SA. En medio del tumulto y del tráfico de vehículos, los camaradas se lanzaron al asalto, brazo en alto, gritando "Heil Hitler" y "Deutschland Ervache", precipitándose sobre la horda roja para liberar a los cinco SA. Los rojos huyeron velozmente en todas direcciones para reunirse en los bajos fondos que nunca han abandonado totalmente...

Esta jornada en honor de Horst Wessel configuró más que un entierro, una marcha triunfal hacia un futuro siempre más duro y fuerte para el movimiento. Y durante mucho tiempo, los hombres del "Sturm 5", guardaron su tumba de día y de noche".

Entre los asistentes al entierro estuvieron Goebbels y el SA-Führer Franz Pfeffer Von Salomón, así como varios jefes de las organizaciones juveniles del partido. El 4 de abril, en el palacio de deportes de Berlín se entonó por primera vez la balada de Horst Wessel, como un acto de desafió revolucionario hacia la República de Weimar.
La herencia de Horst Wessel

Una vez que los nacional socialista alcanzaron el poder, la tumba de la familia Wessel fue modificada por el partido y sirvió de soporte a un monumento de bronce, que representa una corona de laurel en la parte superior del mausoleo y una bandera que cae hacia la derecha y llega a la altura del brocado de bronce donde se encuentra el nombre de Wessel. Esto constituye un homenaje hacia la bandera, la cual simboliza el poema que él mismo había escrito años atrás: "Die Fahne hoch" ó Bandera en alto.

Horst Wessel no murió en vano, ya que se convirtió en un mártir para el nazismo. Las cuatro estrofas de lo que llegó a ser el "Horst Wessel Lied", el himno oficial del NSDAP, recuerdan a aquellos que cayeron bajo los disparos del Frente Rojo y la Reacción.

La tumba del pequeño cementerio de St. Nicolai llegó a convertirse en el lugar de peregrinación obligado para todo militante que pasaba por Berlín, como lo era la Feldherrnhalle de Munich.

Como homenaje a Wessel, el 15 de agosto de 1.932 se creó el SA-Estandarte Nº 5 "Horst Wessel" y el 15 de julio de 1.932 se publico un libro titulado "Horst Wessel, Leben und Sterben".
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Cuando el NSDAP alcanzaron el poder, el nombre de Wessel apareció por toda Alemania, plazas, calles, avenidas, colegios y gimnasios cambiaron de nombre, como por ejemplo, en Bonn, la Horst-Wessel-Platz = Franziskanerstr; en Beuel, Horst-Wessel-Str. = Friedrich-Breuer-Str.; en Bad Godesberg, Horst-Wessel-Str. = Beethovenallee ; en Oberkassel, Horst-Wessel-Str. = Basaltstr.; en Duisdorf, Horst-Wessel-Str. = Rochusstr.; etc, pero sobre todo en Berlín, su ciudad, fue donde más se noto, se puso su nombre a la calle Fiedrich Ebert, inaugurándose un albergue el 4 de abril de 1933.

Aquí también se cambio el nombre a la plaza Bülowplatz en un emotivo acto celebrado el 26 de mayo de 1.933. Y el 27 de septiembre de 1.933, todo el distrito y el hospital de Friedrichshain, fuero renombrados con el nombre de Horst Wessel.

Con posterioridad, el 19 de febrero de 1.937 su nombre aparecía en la antigua calle Weydingerstraße, así como a la estación de metro más próxima del barrio berlinés donde vivió Horst. También se pusieron algunas placas conmemorativas como la que existía en la Jüdenstraße 51/52 y en la Wallstraße 42 y el colegio Heinrich-Schlieman de la calle Gleimstraße nº 49, cambió su nombre por el de Horst.


Cada aniversario fue conmemorado de manera grandiosa. El mismo Führer estuvo allí y tomó la palabra al pie de su tumba, vistiendo la camisa parda, bajo la nieve y los escuálidos árboles con un fervor más fuerte que nunca.

El 24 de marzo de 1936 se creó dentro de la Lutwaffe la escuadrilla "Zerstörergeschwader Horst Wessel"

En 1944 se constituyó la División SS "Horst Wessel", que durante los terribles finales combates del Reich contra los soviéticos, quería rememorar el ardor de los primeros tiempos de lucha en los combates por conquistar el Berlín rojo y el sacrificio de todos los caídos durante los años de lucha política.

En 1945 se produjeron combates con los rusos en aquel mismo cementerio, quedando como testigos los impactos de las balas sobre las paredes y las tumbas.

Dentro de la parafernalia del Partido nazi, también se construyeron diversos monumentos en honor de los que dieron su muerte por el NSDAP.
La tumba de Horst Wessel

Tras el apocalíptico final de 1945, el monumento de la tumba y la sepultura fue parcialmente desmontada, ya que representaba un serio peligro por la gran implicación con el partido nazi. Parece ser que algún miembro de la familia de Horst sobrevivió, su hermana Inge posiblemente, que reconstruyó lo que pudo el mausoleo con las piedras que se encontraban alrededor del sepulcro, dando a la tumba un aspecto humano. Con la muerte de su hermana, la tumba fue abandonada y olvidada durante muchos años.

Con ayuda de un viejo plano de Berlín, se pudo situar la estación de metro "Horst Wessel", hoy llamada "Rosa Luxemburg" la cual se encuentra ubicada a pocos metros de la Friedrichshain. Por suerte, el viejo cementerio "Alter Friedhof der St Nikolai y St. Marien Gemeindei se encontraba intacto en la Prenzlauer Alee nº 1, limitándo con barrios completamente arrasados y reconstruidos al estilo "staliniano" de los años 50. El muro sobre el cual los SA habían limpiado las inscripciones antes del entierro, estaba aún en pie y si se busca alrededor del muro pueden verse impactos de bala de la II guerra mundial.

Para acceder al cementerio se entra por un pequeño porche sobrepuesto en el que figuraba la inscripción de principios de siglo: "Alte Nicolai Friedhof". Con ayuda de unas fotos de época encontradas en un álbum de familia, busqué el emplazamiento de la tumba, encontrando intactos los mausoleos a lo largo del muro. El inmueble desde donde gritaba la vieja judía, según la información del "Volkischer Beobachter", desapareció en la batalla de Berlín en 1945.

Tomando medidas de acuerdo con los informes que nos daban, encontré una piedra recubierta por la vegetación , sobre la cual el óxido de antiguas letras de bronce dejaron una inscripción que todavía puede leerse: "Ludwig Wessel", padre de Horst, así como la forma de una Cruz de Hierro, que este recibió en la I Guerra Mundial. En uno de los lados de la piedra rectangular, que no es sino una cuarta parte del monumento original, se distinguen aún las patas de fijación de las letras de bronce arrancadas, de una antigua inscripción, la misma que se distingue en la foto de la época. En la prolongación de la piedra, una elevación de la tierra parece indicar la sepultura misma. En partes del terreno se han encontrado trozos del brocal que rodeaba el monumento al pie del cual Hitler y Goebbels tomaron la palabra.
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No existe seguridad absoluta de que los restos de Wessel se encuentren en el cementerio, ya que algunas fuentes dicen que parece ser que fueron removidos a algún otro lugar pero a falta de más datos, es probable que descanse en este enterramiento.

Lo que si es cierto es que desde el auge de los movimientos nacionalistas, cada aniversario de la muerte de Horst, atrae al viejo cementerio de St. Nicolai a cientos de neonazis y nostálgicos del régimen que se acercan para conmemorar la figura del joven Wessel. Desgraciadamente todos los años se producen fuertes altercados con estos grupos.


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