lunes, 24 de abril de 2017

RECONQUISTA RURAL

Resultado de imagen de nacionalsocialismo y el campesinado
Resultado de imagen de pueblos abandonados en españa

Cada vez es más la gente que realiza el camino inverso al que realizaron sus padres y abuelos, y abandona las ciudades para volver a los pueblos. Sin embargo, tristemente, en la gran mayoría de casos no es gente que vuelve para integrarse en la vida rural, y vivir bajo las costumbres de su tierra, sino para montar urbanizaciones y vivir de acuerdo a los vicios y costumbres de las ciudades. Se exporta el modelo de ciudad al campo, terminando de destruirlo y acabando con las tradiciones locales. Casos como éste se ven diariamente sobre todo en el entorno de las grandes ciudades, como Madrid o Barcelona, en donde se ve como pueblecitos de 200 o 300 habitantes pasan en poco tiempo a varios miles, ya que dichos pueblos se rodean de urbanizaciones, normalmente de bastante lujo, donde unos pocos adinerados pueden “huir” de las ciudades, sobre todo de sus partes negativas (ruido, inseguridad, inmigración, suciedad, etc.), pero eso sí, con sus coches de lujo hipercontaminantes, su moda occidental y pretendiendo evitar todo contacto con los denominados por ellos “paletos” residentes del pueblo.

 Sin embargo, nosotros apostamos por un auténtico retorno a la vida rural. Integrarse en la vida del pueblo en comunidad popular, volver a las antiguos oficios, recuperar las tradiciones, y todo ello en armonía con el medio natural. Éste tipo de repoblación aún es casi inexistente, tan solo unos pocos colectivos, denominados neorrurales, apuestan por ésta solución. Éstas asociaciones se dedican a restaurar pueblos abandonados o semiabandonados, practicando una economía de subsistencia, normalmente basada en la agricultura, y viviendo en plena armonía con la naturaleza sin dañarla. Sin duda, éste es un tipo de “ruralismo” que debemos apoyar totalmente en detrimento del “ruralismo de chalet”.

Respecto a éste tema, tenemos la plena convicción de que, pese a que ésta opción sea actualmente minoritaria y “cosa de hippies”, en un futuro se convertirá en algo masivo, una auténtica reconquista rural, debido a que mucha gente se verá obligada a abandonar las ciudades debido a su continua degradación, a lo que se sumará la crisis económica que hará que mucha gente no pueda subsistir en ellas y no tenga más remedio que practicar una economía de subsistencia en el campo. Éste es un fenómeno que ya se da en otros estados de Europa, en los que la globalización se desarrolla de forma más avanzada con todas sus perversas consecuencias, y que sin duda son un buen ejemplo de lo que nos espera en el futuro.

 Posiblemente ésta reconquista del mundo rural sea la última oportunidad de volver a nuestras tradiciones y a nuestro modo de vida europeo, el cuál ha sido prácticamente destruido en las ciudades, debido por un lado a la inmigración masiva y por otro a la continua americanización a la que nos vemos sometidos.

 Definitivamente, va llegando el momento de cambiar los bloques amorfos de cemento por las casas tradicionales, los cláxones y ruidos de sirena por el canto de los pájaros, los burguers y kebaps por las comidas populares, el sonido infernal de la música máquina de las discotecas por los bailes tradicionales, las carreras y las prisas por la tranquilidad y el aire puro, y el asfalto atestado de coches por las callecitas empedradas y tranquilas.

 El error que cometieron nuestros antepasados abandonando sus pueblos natales por éstas megalópolis asfixiantes en busca de un mayor beneficio económico o de una supuesta vida mejor engañados y oprimidos por el monstruo capitalista ha de ser enmendado. Nuestras raíces nos llaman, nuestra tierra nos necesita. El único futuro posible para nuestra Europa es la vuelta a los orígenes. Éstos pueblos, estandartes de cultura y tradiciones y únicos bastiones de natalidad, necesitan ahora más que nunca de nuestro compromiso. No les fallemos, por nuestra tierra, por nuestra gente, por Europa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario